sábado, 13 de febrero de 2021

Barrios de Dos Hermanas Las Portadas.(II) Propuestas y preguntas para avanzar.




Barrios de Dos Hermanas
Las Portadas.(II)
Propuestas y preguntas para avanzar.

Pepe Oliver. 



Sin duda la paralización social y económica  de las Portadas que viene desarrollándose cada vez más, viene  de diversas causas,  pero quizás en primer lugar su causa primera y fundamental  sea el fracaso del modelo de expansión de los polígonos que se había planteado.

 Las imágenes vivas de este fracaso son el estado del  "Polígono Aceitunero" converido en un desierto y un secarral  y "La Ciudad de la Energía", cuyo emblema de esta última   intentó ser la fábrica de motos eléctricas,  Movand, cerrada y con una   incapacidad manifiesta  de   nuestro Ayuntamiento de conseguir su venta o puesta en funcionamiento para cualquier tipo de utilidad después de más  de  7 años terminada



Al fracaso industrial se le une el fracaso de expansión urbanístico,el plan de Viviendas en la zona quedó paralizado y  fallido sin la construcción de ninguna de las viviendas del Plan dejando como testigo un enorme socavón  que habrían sido los garages subterráneos de la 1ª Promoción. 

A ello se le une los terrenos que se sitúan frente  a la Avenida del Triunfo. Sus únicos usos fueron su utilización como campo de fútboll del extinguido equipo de "LAS PORTADAS" y haber sido punto de recogida de basuras, afortunadente clasurado. Estos terrenos,  tienen grandes posibilidades de ser el  punto de arranque de los cambios que necesita la barriada. 

PROPUESTAS:
(Continuación de las planteadas en la anterior entrada sobre Las  Portadas,esta segunda entrada está dedicada a los terrenos laterales de la Avda. del Triundo )

 1º Terrenos laterales de la Avda del Triunfo.
* Construcción del   Conservatorio  de Grado Medio de Música. Local y comarcal.  Escuela de Danza. Teatro para Conciertos y actuaciones de Danza clásica y otras.

Habría que trabajar en primer lugar en la concesión por parte de las Administraciones,  del Conservatorio. 

* De conseguirse podría ser el lugar de ensayos y actuaciones después de su  creación de la Orquesta Joven de Dos Hermanas. con alumnado del Conservatorio.

* Huerto sociales. Dentro de la necesaria red de Huertos sociales  ( Parcelas, con prioridad de pensionistas, grupos y parados, buscando un envejecimiento activo y una actividad que amplíe el exclusivo tiempo de ocio en bares y AA,VV) 

* Parques.  Las Portadas y barriadas cercanas es de las pocas barriadas que le falta un parque que debería incluir una  zona de espacirmiento de animales con su Pipikan. 

* Zonas deportivas. ¿Piscina cubierta?. Dos Hermanas están necesitando una nueva Municipal cubierta de uso social y deportiva que posibilite que en  invierno y verano se pueda desarrollar natación terapeútica, de ocio y aprendizaje. El espacio es ideal bien comunicado con todo un sector amplio de población de las badrriadas cercanas y terrenos amplios para la realización de esta piscina. 

domingo, 10 de enero de 2021

¿La Ciudad de los niños o la ciudad de los coches?


¿La Ciudad de los niños o la ciudad de los coches?.

Cuentos Municipales. Pepe Oliver


"Si las Ciudades las pensamos y organizamos para cubrir las necesidades y vida de los niños y las niñas, las ciudades serán inclusivas no solo para las niñas y los niños sino para todos los ciudadanos".
Pepe Oliver.

 Esta historia no ha sucedido, ¿sucedió?, ¡está sucediendo? pero... seguro que si no ha pasado, pasará algún día en  Dos Hermanas. 

 Llegó un día que nuestra ciudad  había sido invadido por  los coches. Ibas por la calle y no podías cruzar ni siquiera por los pasos de peatones. Habían coches en las calles, en las aceras, hasta en los patios de los centros escolares, en las puertas de las casas  que a veces impedían la entrada a éstas y en las plazas impidiendo que los niños y las niñas pudieran jugar tranquilamente. 

Habían coches de todo tipo y clases, grandes, pequeños, camiones, autocaravanas, furgonetas.

Llegó un momento  que los accidentes y los choques eran continuos, llegaron a ser tantos los coches que no les quedaban sitio para moverse  hasta el punto que llegó un día que  se quedaron quietos.

 La ciudad se paralizó porque las gentes no podían salir a las calles y  para ir a la panadería tenía que subirse y avanzar saltando de coche en coche.

Los ciudadanos estaban  muy enfadados y furiosos pero al mismo tiempo se sabían responsables y dueños de los coches que habían colapsado la ciudad. 
No tenían a quien echarle las culpas.

Como es lógico, la gente estaba al borde de un ataque de nervios . —¡Ya está bien! —¡Hay que hacer algo!-

¿Para qué está el Ayuntamiento¿ Por qué el alcalde no piensa en ello y busca soluciones? 
El alcalde oía aquellas protestas y refunfuñaba: —Por pensar, pienso. Pienso en ello día y noche, es mi gran preocupación pero no encuentro salida-. 

 Las gentes añadieron un nuevo problema, al llevar días sin arrancar los coches temían  quedarse sin baterías y encendían los miles de coches que abarrotaban las calles, con lo que la polución, la contaminación y los humos llenaron la ciudad y las luces de los coches encendidos se colaban por las ventanas y las puertas de las casas y no dejaban dormir. 

La consecuencia...tuvieron que llevar a los hospitales a muchas personas, especialmente a niños y personas mayores.

Pero pasó...que un día se presentaron en el Ayuntamiento dos jóvenes acompañados de un tambor y una trompeta. 
Pidieron ser recibido por el alcalde, el guardia le contestó secamente: —Dejarlo tranquilo, no tiene ganas de oír  ni trompeta ni tambores. 
—Tenemos la solución dijeron los jóvenes . —Que nos escuche-, el guardia le respondió ¿por qué os va a recibir el alcalde, ustedes se creen que el Alcalde  está para perder el tiempo con el problema que hay formado con los coches?

 —Dígale que sabemos  cómo liberar a la ciudad de los automóviles. —¿Cómo? ¿Cómo? Oye, largaros, que aquí no se tragan ciertas bromas. 
—Anúncienos  al alcalde, le aseguramos que no se arrepentirá... 

Insistieron tanto tanto que el guardia tuvo que acompañarle ante el alcalde.

 —Buenos días, señor alcalde, dijeron los jóvenes. —Sí, resulta fácil decir buenos días. Para mí solamente será un buen día aquel en el que... —

 ...¿la ciudad quede libre de automóviles? 
Nosotros sabemos  la manera. —¿Ustedes? ¿Y quién os  ha enseñado?  —No importa quién nos  ha enseñado. No pierde nada por dejarnos que lo intentemos. Y si nos promete una cosa antes de mañana ya no tendrá más quebraderos de cabeza. 

—Vamos a ver, ¿que es lo que tengo que prometeros? —

Que a partir de mañana  se organizará  y planificará   la Ciudad  pensando en los niños, los  mayores y las personas con con discapacidad, esta debe ser "Una ciudad de los niños". y no "Una ciudad pensada para los coches" — 

Además también exigimos...
 
"Que habrán caminos señalizados, cuidados y protegidos para que los niños y niñas vayan solos al Colegio y los distintos lugares donde realizan deportes y juegos.

 Que en las calles y en las plazas los protagonistas  serán las personas y no los coches y que se organizarán pensando en ellos.

Todos los acerados y edificios públicos estarán realizados pensando en las personas mayores y con discapacidades 

Que se construirá caminos y lugares para ir de un sitio a otro de la ciudad en bicicletas, patinetes, que se crearán un gran número de calles peatonales y que siempre tendrán prioridad los buses, microbuses y tranvías públicos sobre los coches particulares.

 —¿Y no queréis nada más? —Nada más dijeron los dos jóvenes. —Entonces, chocarlas. Y con un apretón de manos firmaron el acuerdo. Prometido.
 ¿Cuándo empezáis? —Inmediatamente, señor alcalde. —Venga, no pierdan un minuto... Los extraños jóvenes no perdieron  ni un segundo. Cogieron  y prepararon el tambor y la trompeta

Allí, en la misma  oficina del alcalde, empezaron a tocar una marcha. Salieron tocando del Ayuntamiento, dieron una vuelta por la plaza de los Jardines y se dirigieron a   la plaza  del Arenal... 

Al cabo de un momento... —¡Mirad! ¿Qué hace aquel coche? ¡Se ha puesto en marcha solo! —¡Y aquél también! —¡Eh! ¡Si aquél es el mío! ¿Quién me está robando el coche? ¡Al ladrón! ¡Al ladrón! —¿Pero no ve que no hay ningún ladrón? Todos los automóviles se han puesto en marcha... —Toman velocidad... Corren... —¿Dónde irán? —¡Mi coche! ¡Para, para! ¡Quiero mi coche! — Los coches corrían desde todos los puntos de la ciudad, con un  estruendo de motores, tubos de escape, bocinazos, sirenas, claxon... Corrían, corrían solos.
  
 Los automóviles corrían, corrían... Y llegó un momento en el que no quedó ni uno en la ciudad, ni siquiera uno en la plaza  del Arenal, vacías las calles, libres los paseos, desiertas las plazuelas. ¿Dónde habían desaparecido?

  Ahora corren bajo tierra.
 Los jóvenes  cuando tocaban  la marcha "Pasa la Pepa" se abrían  calles subterráneas bajo las calles, y plazas o en los hoyos como el de la antigua fábrica de Cydeplast o el de las casa sin construir en el Polígono Aceitunero de las Portadas .

 Por allí corrían los coches. Se detenían para que subiera su propietario y reemprendían  la carrera. Ahora hay sitio para todos. Bajo tierra para los automóviles. Arriba para los ciudadanos que querían pasear hablando del gobierno, de la Liga y de la luna, para los niños que querían  jugar, para las mujeres y los hombres que iban   a hacer las compras, para los pensionistas que se reunían para pedir mejores pensiones en la Plaza de los Jardines y muchas personas de todas las edades que se sentaban   para tomar una merienda o una cervecita en las diferentes calles de Dos Hermanas.

  —¡Qué tonto soy —gritaba el alcalde lleno de entusiasmo—. ¡Que estúpido he sido por no habérseme ocurrido antes! Además, los jóvenes habían desaparecido y nadie lo volvieron a ver en la Ciudad.
 Pero seguro que lo recordarán siempre en la Ciudad de Dos Hermanas. 

Momentos antes de su marcha le recordaron al Alcalde que si Dos Hermanas no se convertía en "La Ciudad de los niños" ellos harían que la ciudad se colapsara de nuevo con los coches.

¿Volverán con el tiempo los coches a parar y colapsar Dos Hermanas o definitivamente en toda Andalucía, España y gran parte del Mundo seguirían considerando  a Dos Hermanas, 
"LA CIUDAD DE LOS NIÑOS" 
 Pepe Oliver

Cuento pensando y homenajeando al gran pedagogo italiano Francesco Tonucci (Frato) y el escritor y creador  de cuentos  Gianni Rodari.
Viñetas de FRATO




jueves, 31 de diciembre de 2020

Las Pirámides de basuras de Dos Hermanas y el sabio "Pericón". Cuentos Municipales




Las Pirámides de basuras de Dos Hermanas y el sabio "Pericón"

Cuentos Municipales
 Pepe Oliver.


Hace tiempo, bastantes gentes de Dos Hermanas estaban preocupadas porque muchos niños,  jóvenes  y mayores lo ensuciaban todo. No hablamos solo  de  cacas de perros que no recogían los dueños  en sus paseos , sino  también de innumerables  botellas de plásticos, vidrios rotos tirados por los suelos, colillas, papeles y  restos  de las comidas compradas en los MacDonals, Burger Kings  y otros lugares de ventas de comidas rápidas que abandonaban en nuestras calles, jardines y plazas.

  Los ciudadanos que estaban enfadados con la suciedad de Dos Hermanas, ya no sabían qué hacer  y se dirigieron al alcalde muy enfadados.


– ¿Les ponemos una multa? – propuso el alcalde. El ayuntamiento limpia pero no puede estar detrás de cada ciudadano. 

 El problema -decía  el alcalde- es la falta de educación ciudadana

Pero ¿Sólo tiene usted esa solución, la de poner multas?
-Le decían los vecinos.

Las multas son necesarias, están bien, pero sabemos que solo con multas no se acabará el problema, nosotros también sabemos que no se puede ni debe  poner un municipal en cada esquina y cada plaza de Las Portadas, Vistazul...

Los vecinos preferimos  una propuesta  que sea preventiva y que eduque a la ciudadanía y sirva para siempre.

Después de debates, propuestas los vecinos pensaron que la mejor solución era preguntar  al sabio "Pericón"- un buen hombre ya anciano- que sabía mucho de la vida, conocía mejor que nadie Dos Hermanas y a sus habitantes y preguntarle  si tenía alguna solución al problema de la suciedad de Dos Hermanas

-El alcalde ¨- aceptó y el sabio "Pericón" después de pensar largas jornadas, hacer muchos números presentó a los vecinos interesados y al Ayuntamiento su propuesta que consistía:

* Construir pirámides con las diferentes basuras abandonadas organizadas con los restos   abandonados  en las calles y durante el  tiempo que se viera necesaria, mantenerlas  formando grandes pirámides.

* Se organizarían 5 pirámides en  lugares de Dos Hermanas, otra en Fuente Rey y una última  en Montequinto.



* La acción consistiría en que El Ayuntamiento debería  seleccionar, reunir todos los restos de basura de la misma clase en  diversos lugares donde se formarían las pirámides de basuras y suciedades.

-A las Portadas frente al Colegio le tocaría concentrar  las cacas de perros de toda Dos Hermanas, incluidas   las de Montequinto y Fuente del Rey.

 - Al espacio de la antigua Fábrica de PQS se llevarían  todos los vidrios, en la plaza del Arenal   todas las colillas, los plásticos y envases diversos irían al antiguo Mercadillo de los Miércoles,  los papeles y envases de comidas rápidas irían al Parque forestal "Dehesa Dña. María".

Junto a los antiguos cines Montequinto se formarían las  pirámides y  en los espacios cercanos a la laguna de Fuente Reyotra con las diferentes basuras seccionadas a semejanza de las de Dos Hermanas.

La propuesta fué aceptada, -el sabio "Pericón comentó- que si no se arreglaba con su propuesta veía imposible que hubiera solución. El plan  se puso en marcha:

El objetivo era esperar la reacción de las gentes cuando vieran que las pirámides iban creciendo de un modo muy rápido cada día y la basuras se  hacía dueña de los diferentes espacios.

Así a los dos días ya se empezaba a notarse pequeños montones de las diferentes basuras, a  la semana ya no eran montones eran pequeñas pirámides. 

En los desayunos de los bares, las madres, padres y abuelos  que habían dejado los niños en el   Colegio no hablaban de otra cosa, en los Institutos y Colegios era el tema de los recreos, en el Mercado y en la fábricas también pero  de momento solo era comentarios incrédulos o jocosos sobre la solución del problema. 

Al mes todo el mundo empezaba a preocuparse, ya no eran pirámides, eran 
 auténticos montículos, a los tres meses montañas.

Empezó a hablarse en la capital y en muchos pueblos de las pirámides  de suciedad que habían repartidas por diversas partes de Dos Hermanas. La ciudad fue cogiendo mala fama en muchos pueblos . 

Vinieron televisiones, periódicos y en las redes sociales a nivel local, provincial y nacional era el gran tema.

 La mala fama de Dos Hermanas llegó a toda España y hasta en las televisiones de muchos países hablaban mal de nuestra ciudad.

 Hasta en China abrió los telediarios con la noticia

Al cabo de 4 meses, la reacción de los ciudadanos de Dos Hermanas  era que había que cambiar el pasado, que se sentían avergonzados y se  consideraba que  la suciedad urbana no podía darse en Dos Hermanas más . 

Pareció un milagro. 
A Los 6 meses  en las calles a nadie se le ocurría tirar ni un pequeño papel ni  nadie se quedaba sin recoger las cacas de sus perros. 

Dos Hermanas y sus ciudadanos habían cambiado por completo. Si alguien tiraba una colilla, la recogía  rápidamente ante
 la mirada recriminatoria de los vecinos.

 Las botellas de las cervezas tomadas en las plazas iban todas a los contenedores. No habían cacas de perros en  ninguna calle o plaza.

 El Ayuntamiento  hizo su autocrítica y se planteó un nuevo plan de limpieza, lo dotó  de nuevos medios... papeleras  contenedores y la ciudad cambió por completo. El plan incluía multas, pero nunca fueron necesarias.


Al año, a Dos Hermanas se le dio el premio  a la ciudad   más limpia de la Provincia.

Por propuesta de miles de vecinos se nombró ciudadano ejemplar al sabio "Pericón" y se le levantó un estatua en la plaza del Arenal.  

Los ciudadanos de Dos Hermanas desde entonces se sienten orgullosos de las calles y plazas de su ciudad y la habitan y viven más.




domingo, 23 de agosto de 2020

ABRIR LA ESCUELA. La educación presencial es irrenunciable. Comunicado del MCEP. Movimiento Cooperativo de Escuela Popular.

ABRIR LA ESCUELA. La educación presencial es irrenunciable



Llega septiembre y la apertura de las escuelas sigue sin aclararse. La pandemia que provocó su cierre continua activa y las medidas anunciadas desde la mayoría de las comunidades autónomas no ofrecen seguridad de que sea posible un inicio de curso de forma presencial. En general, no se han aumentado los recursos ni se ha potenciado  la coordinación entre las diversas administraciones que inciden en la vida escolar, y en varios territorios se ha derivado en los equipos directivos toda la responsabilidad sin ofrecerles apoyo ni asesoramiento.

Denunciamos que al hablar de cómo organizar provisionalmente el inicio de curso, estamos desviando la atención y olvidando que lo que realmente necesitamos es repensar una alternativa para, al menos, todo un curso.
En marzo, ante la novedad y la incertidumbre, el derecho a la salud, entendiendo salud como ausencia y prevención de enfermedades, fue el elemento clave que acarreó el cierre de escuelas.
El derecho a la salud debe ser  compatible con el derecho a la educación, entendida ésta como resultante de unas vivencias de aprendizaje colectivo y no meramente una mera transmisión y adquisición de contenidos académicos. Para la infancia y adolescencia, la escuela, con todo lo que aporta de relación, de aprendizaje ente iguales, de contacto presencial, de movimiento y juego, de compensación de situaciones de desigualdad, etc., es un elemento fundamental de su bienestar. Y sin ella, no podemos hablar de cuidar la salud de gran parte de las criaturas y de sus familias.
En estos meses han surgido bastantes informes de diversas asociaciones y organismos (desde Save the Children hasta la ONU) que ponen su mirada en los perjuicios y daños que han supuesto las escuelas cerradas para un amplio porcentaje de población infantil que no disponen de un entorno y unos medios suficientes para una vida digna.
Llama la atención y sorprende, que mientras en los parques, plazas o playas los niños y niñas juegan y se relacionan, se plantee que eso no es posible en las escuelas. Por otra parte, la economía hace que los adultos se reincorporen al puesto de trabajo, se utilicen los transportes públicos y se permita la apertura de centros de consumo. Y al mismo tiempo, ante el riesgo de contagios, se ponga en duda la reapertura de los centros.
Una escuela cerrada  agranda las diferencias y ahonda la pobreza.  La falta de recursos en tecnologías o de apoyo personal, hace que  la desigualdad todavía se acentúe más en el alumnado con discapacidades, y en el más desfavorecido. La desigualdad produce mayor desigualdad.
Entendemos que la vuelta a las aulas es importante y necesaria. Es algo que no admite discusión y debe considerarse como un servicio esencial. Y por tanto es cuestión de estudiar de forma decidida el cómo y con qué recursos hacerlo. No puede ser que esta vuelta suponga un retroceso en los derechos de la infancia o un reforzamiento de la escuela tradicional y autoritaria, que condene al alumnado a la inmovilidad, a la ausencia de relaciones y a un hacer repetitivo y pasivo.
A lo largo de nuestra práctica como Escuela Moderna, hemos defendido que otra pedagogía es posible. La educación y el aprendizaje son el resultado de una convivencia  democrática y participativa, donde los intereses y propuestas del alumnado toman protagonismo, donde el intercambio y la investigación del entorno, son elementos fundamentales y necesarios de la vida del aula.
En estos momentos creemos que la pedagogía Freinet  ayuda y favorece la vuelta a una escuela de convivencia, basada en el cuidado mutuo y en el aprendizaje cooperativo, abriendo el  currículo a la realidad vivida y cuestionando el modelo social,  económico y medioambiental que nos ha llevado hasta aquí.
Es preciso, desde el principio, favorecer la participación e implicación de la comunidad educativa y administraciones locales promoviendo reuniones conjuntas, foros entre docentes, familias, sindicatos, alumnado y demás agentes educativos para el intercambio, la autogestión de los centros y la adaptación a cada realidad.
Reclamamos que se considere la educación como la actividad prioritaria e imprescindible que es. Reivindicamos que la salud sea algo más que tratar de protegerse del contagio de Covid.
Es evidente que esto requiere tomar decisiones, invertir y aumentar recursos,  de forma decidida. A lo largo de estos meses desde nuestra página web ( www.mcep.es), desde sindicatos,asociaciones, ONGs se han venido planteando y detallando algunas de las medidas necesarias para facilitar una mejores condiciones en esa vuelta:  
desde proporcionar el necesario material sanitario y de higiene;el imprescindible aumento de las plantillas de profesorado para reducir los grupos y cubrir las bajas y eventualidades desde el primer día; la ampliación de personal de limpieza  y el facilitar una permanente conexión con personal sanitario; hasta la reestructuración de espacios comunes para diseñar aulas alternativas, patios con ambientes propicios para el aprendizaje y la convivencia; pasando por dar autonomía a los centros para flexibilizar horarios y estructurar el currículum de forma más adaptada a las necesidades, más integral y globalizada o por ámbitos de conocimientos.
Responder a ellas es el papel que deben asumir las Administraciones.
 Algunas ya lo están haciendo, otras siguen minusvalorando lo que tiene la enseñanza de servicio público, sin asumir  responsabilidades y desviando la atención.
Reclamamos que igual que se están dedicando recursos y estableciendo normativas para facilitar la continuidad de la vida social y económica, también se tomen todas las medidas necesarias para ofrecer a nuestros niños y niñas las mejores condiciones de aprendizaje y socialización, en entornos lo más saludables  y seguros posibles. Ninguna sociedad puede permitirse un año sin escuelas

Movimiento Cooperativo de Escuela Popular (MCEP)

22 de agosto 2020

sábado, 22 de agosto de 2020

Escrito por una maestra de infantil jubilada.



Escrito por una maestra de infantil jubilada.
Estoy pensando que no soy experta en epidemiología, ni formo parte del comité de educación que estarán buscando como locos fórmulas para que los alumnos vuelvan al cole en septiembre, quiero pensar que tendrán asesores que les marcarán las pautas a seguir.
Pero he sido maestra casi 40 años, sí, soy una experta en como organizar un aula con 25 niños de infantil.

Es tiempos normales, sin el virus.

Los primeros días no ejerzo de maestra, solo quiero consolar y calmar a los alumnos, la programación que había hecho en los primeros días de septiembre está llena de tachones.

Llantos, mocos, pipis, todos agarrados a mí falda....... pasan unos días y poco a poco se van adaptando, consigo que estén sentados en sus mesas, pero ellos no entienden de confinamiento, y por mucho cuidado que tenga, no pueden estar separados, juegan juntos, comparten juguetes, los tocan..........los puntos suspensivos serían interminables.

Siguen pasando los días, ya consigo que trabajen un poco, utilizan lápices de ceras, plastilina... ¿ Qué hago? Le pongo el nombre a cada lápiz, a cada plastilina, no saben los expertos que siempre quieren el que no les ha tocado y se los cambian.

La hora de la comida es para grabarla y que la vea la ministra de educación, se lavan sus manos, yo les abro el grifo, les pongo el jabón uno a uno, sobre todo en tres años, los más mayores solos, todavía con más riesgo, todos quieren comer al mismo tiempo, quieren la comida del compañero, a veces se la quitan o el otro se la da.

Todas esas pequeñas cosas ocurren sin yo poderlo remediar....
Y sigo ... llega la hora del recreo, los tres cursos juntos en el patio, jabatas( las maestras) corriendo por el patio para vigilar sus juegos que como niños sanos da gusto verlos correr, te tienes que preocupar de los que se aíslan, los que todavía no se sueltan de mis piernas............................. podía seguir escribiendo, pero no sirve de nada.

Se me olvidaba, cuando uno se resfria se lo pega rápido a los demás, me he encontrado muchas veces con la mitad de la clase vacía. Humildemente invito a la ministra y a todos los políticos que quieran, a qué visiten un aula de cualquier centro educativo.

Hace mucho tiempo vino a mi clase una inspectora para evaluar el cole, yo tenía ese año los más pequeños, ella estaba sentada tomando nota del funcionamiento de la clase y de mi trabajo, bueno pues los niños acudían a ella para muchas cosas, incluso llevó a más de uno al cuarto de baño.

Cuando terminó la jornada me dijo una frase que nunca olvidaré: todos teníamos que pasar un día por una clase de infantil.
Esto es una mínima parte del mundo de la enseñanza en circunstancias normales.
Estoy ya jubilada, pero pienso en la papeleta que tienen mis compañeros y compañeras.
Esta es mi vivencia como MAESTRA de INFANTIL. He dedicado toda mi vida a la enseñanza y lo haría de nuevo.

Muchos alumnos están a cargo de sus abuelos jubilados, ¡ otra vez nos va a tocar el perder! Soy mayor pero amo a la vida.
Rogaría a quien competa que pidan opinión a los profesionales de la enseñanza.

Me gustaría estar equivocada y que mi opinión fuera la de una MAESTRA ya un poco " chocha"
Lola G. - 30- julio - 2020
* Todavía hay tiempo, rectificar es de sabios*

domingo, 16 de agosto de 2020

Una pantalla no es una escuela



 

Una pantalla no es una escuela.

Miguel Ángel SANTOS GUERRA, leonés de nacimiento y malagueño de adopción, es Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense y Catedrático Emérito de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga.
1AGO
Todos los años, en pleno agosto, nos asaltaban los anuncios comerciales con un lema que sembraba de inquietudes las mentes despreocupadas de los escolares y de los docentes que disfrutaban de las olas del mar o del aire de la montaña: Vuelta al cole. Era un ciclo inexorable: final de curso, vacaciones de verano y vuelta al trabajo.

Este año todo es diferente. El ciclo se ha roto. Ha terminado el curso escolar y ni alumnos ni profesores han tenido que abandonar la escuela para comenzar las vacaciones.  El adiós ha consistido en cortar la conexión digital. Estamos hablando de una hipotética vuelta al cole desde antes incluso de que llegásemos al verano. No se sabe en qué situación estaremos cuando llegue septiembre. Seguirá el virus entre nosotros, seguramente, porque la vacuna y los antídotos todavía se harán esperar. Por otra parte, los rebrotes están sembrando de dudas el porvenir.
Es probable que tengamos que practicar el “blended learning” (aprendizaje híbrido), con procesos de enseñanza presencial y digital. Lo que hemos aprendido y practicado nos servirá en el futuro. No habrá una vuelta a todo lo anterior como antes se hacía. Como si nada hubiera pasado.  
La pandemia ha puesto patas arriba nuestro mundo. También los sistemas educativos. De la noche a la mañana, se cerraron las escuelas y los docentes tuvieron que permanecer en sus casas para realizar el trabajo cotidiano a través de unos medios que no eran los habituales. De pronto se vieron obligados a trabajar y a comunicarse de un modo virtual. Entre ellos como equipo y con sus alumnos y alumnas. Vivieron nuevos retos profesionales y emocionales. Y pudieron comprobar que la brecha digital potenciaba unas diferencias ya de por sí injustas y crueles.
Desaparecieron bruscamente todas las rutinas: la llegada y la despedida, las reuniones en la sala de profesores, el trabajo en aulas y laboratorios, el ocio compartido en los patios, la comida comunitaria (donde la había), las actividades deportivas, los encuentros, los roces, los conflictos que genera la convivencia… 
No hay educación a distancia. Puede haber instrucción, eso sí. No existe socialización desde la soledad y el aislamiento social. La educación exige comunicación y encuentro. El mundo virtual no nos permite relacionarnos intensamente, no nos enseña a convivir. El aprendizaje de la ciudadanía no se puede hacer a través de la pantalla porque a convivir se aprende conviviendo. 
Presencia es cercanía, no sobreprotección. Presencia es disponibilidad, no coacción. Presencia es amor, no dominio. Los alumnos y las alumnas tienen que construir su autonomía desde la confianza y el reconocimiento de aquellos a quienes tienen al lado.
La escuela tuvo y tiene un inmenso sentido socializador. Es la gran mezcladora social. Me dice al respecto mi querido amigo argentino Daniel Prieto: “Todo se sentía y se resolvía entre seres humanos, ahora caminamos hacia los distanciamientos tecnológicos. He trabajado mucho en educación a distancia, aunque lejos estaban mis búsquedas de este cierre de la presencialidad a escala planetaria. En la mirada sobre la modalidad mi pregunta fue siempre: ¿a distancia de qué? La cuestión no ha sido para mí lo caracterizado como “remoto” o como “lejano”. La propuesta que he tratado de sostener plantea: a distancia del autoritarismo, del “dictado” de clases, de la evaluación punitiva, de la burocratización de las relaciones…”.
Una escuela es una escuela cuando es una escuela. Es decir cuando es una comunidad de aprendizaje a través de la interacción. Cuando es una comunidad con relaciones diversas encaminadas a la convivencia y al aialogo y cuando propicia el sentido de pertenencia.
Los espacios de la escuela están llenos de posibilidades educativas. Nosotros hacemos los espacios y los espacios nos hacen a nosotros. No existen espacios educativos a distancia. Solo tenemos pantallas que nos ofrecen imágenes planas y sonidos, pero que nos  privan de la corporeidad.
La comunicación entre los alumnos, cuando la escuela es virtual, reduce los contenidos de las comunicaciones al ámbito académico y simplifica  y empobrece el contenido relacionado con el mundo emocional. Digamos que la pantalla circunscribe la comunicación al ámbito del aprendizaje intelectual.
Volver a la escuela es recuperar toda la potencialidad educativa de la comunicación en el espacio y en el tiempo. Sentir a los otros en su dinamismo social. Potenciar el entramado de las relaciones, fortalecer la urdimbre de los afectos.
Al volver a la escuela recuperaremos la comunicación perdida. Incluidos los riesgos de la extorsión y del acoso. Lo importante es aprender a convivir en armonía y respeto, superando los riesgos, no evitándolos Lo educativo es saber compartir la tarea dentro de las exigencias que nos impone la dignidad humana
Se participa de forma diferente cuando se está presente. Se proyecta, se actúa y se evalúa de manera distinta cuando conoces y construyes el contexto de la acción. Cuando están todos y todas  presentes en el tiempo y en el espacio.
Para mí (y así lo he explicado en varios libros: “Entre bastidores”, “La luz del prisma”, “Cadenas y sueños”…) es importante la escuela como escenario de una rica red de relaciones, de encuentros, de emociones y de vivencias, que no tienen cabida en la enseñanza virtual.
Recuperar el espacio físico de la escuela es recrear, después de la obligada y larga ausencia, las funciones más ricas de la comunicación educativa. La escuela de la mirada atenta, de los saludos afectuosos, del abrazo sincero, del diálogo respetuoso, de la ayuda mutua, de la amistad serena, del debate apasionado y de los proyectos compartidos.
Las familias volverán a sus trabajos, si los tienen o tendrán que buscarlos. Necesitarán que los hijos estén escolarizados, lo que significa que estarán protegidos y, además, conviviendo y aprendiendo.
Lo que no se puede es condenar a la comunidad educativa a vivir unos riesgos innecesarios. Si se vuelve, hay que volver con garantías: reducción de los grupos, aumento de profesorado, distancias de seguridad, uso de mascarillas (a pesar de que impiden la lectura del movimiento de los labios y hacen desaparecer las sonrisas), material higiénico, restricciones en los recreos, llegadas y salidas escalonadas… No creo que todos puedan volver a la vez. Habrá que alternar la presencia por días. 
La situación requerirá autonomía (organizativa y curricular) de los centros. No puede haber una legislación minuciosa igual para todos. A partir de ahora no se podrá decir: todos, todos de la misma manera, en los mismos tiempos, con el mismo ritmo… Lo cual no quiere decir que tenga que darse libertad al zorro y a las gallinas.